Son altas paredes...fríos pasillos...pequeñas ventanas...barrotes de fierro que impiden mirar nitidamente hacia el exterior, aquellos espacios que diariamente albergan a un gran número de mujeres que por diferentes situaciones han sido privadas de libertad...

...De pronto, en medio de la soledad y el silencio, el llanto de un bebé acapara la atención de quienes a diario ven la luz del sol entre cuatro literales paredes...en un patio de 2 a 4 de la tarde...conversando, meditando, esperando la comida en el llamado "rancho"...anhelando una visita, esperando que las horas se acorten, que los días pasen, que la justicia se apiade de ellas, que los gendarmes las traten un poco más dignamente que ayer...

Es ahí, cuando ese bebé llora por el calor...llora porque el pañal le aprieta la piel y el aire viciado y el olor a humedad le desagradan...en ese momento, un recuerdo vuelve, una esperanza se va...un deseo de retroceder el tiempo se apodera de aquellas mujeres que han llegado a este sombrío lugar, por un impás de la vida, por estar en el lugar equivocado, el día equivocado y en la compañía de las personas no indicadas...una lágrima cae, un suspiro se escapa...un cigarro se consume, una vida se agota...

Aquel bebé de pronto hace evocar la infancia, los sueños, las expectativas..aquellos tiempos en que el ser adulto es algo muy lejano, lejos estan las responsabilidades, las desiciones, los conflictos, las decepciones, las penas, el cansancio, el estres...en ese momento todos los recuerdos se conjugan con la impotencia de estar ahí...de haber caido en algo tan vil...en un error con una gran consecuencia...y al mirar entre los barrotes, aquella celda en la que ese bebé crece junto a su madre, frente a frente cada celda, ahí es donde viene una extraña sensación...un fuego dentro, una esperanza, un suspiro diferente...una lágrima de alegría...una sonrisa que no tiene explicación...

Una voz se comienza a escuchar, risas, saludos diferentes...al mirar por la pequeña ventana se pueden ver visitas...personas diferentes, ajenas, desconocidas que llegan a ese lugar con la única intensión de compartir unos minutos, de mostrar otra realizad, dar a conocer un mensaje de esperanza...compartir una sonrisa, compartir vivencias, apoyarse...descubrir que la condición de libertad e inocencia no da la calificación de ser mejor persona...de ser superior...sino por el contrario...

Es ahí, en ese patio, en esas bancas, mirando la ropa tendida en esas ventanas...ahí donde muchas buscan un rayo de sol...caminan recorriendo el patio y repitiendo el vaiven de una línea recta recorrida una y otra vez....de una esquina a otra...simulando caminar por los campos y valles....ahí es donde, donde las vidas se juntan, donde la tarjeta con un número de visita se guarda en el bolsillo y por un minuto te hace sentir una más...es ahí donde el tiempo y el espacio no existen...sólo estas ahí...donde no importa si eres profesor o ingeniero...ladón o mentiroso....católico o evagélico...joven o viejo...rico o pobre...en ese lugar no hay diferencia...en ese lugar, la libertad no se grafica con poder salir a la calle...la libertad no es hacer lo que quieras...la libertad no es salir con quien quieras...la libertad es mucho más....la libertad es trascendencia...la libertad se descubre al poder soñar...al poder cambiar...al conocer una esperanza....el conocer que alguien te perdonó...que hay alguien que te amó sin importar lo que hayas hecho....en ese lugar es posible descubrir la verdadera libertad...

De hecho, es desde que conocí ese lugar...tan sombrío...tan sólo...tan abandonado....en que yo descubrí la libertad y con ella he vuelto a soñar, a sentir, a creer, a tener esperanza, a amar...con ella levanté mi vuelo con el ave fénix y recorrí nuevos horizontes...es en ese lugar donde mi vida comienza a tomar un rumbo...un sentido...un propósito...ahí donde, al abandonar ese lugar...al dejar atrás ese minutos mágicos en que recuerdo y se que tú estás esperandome...que tu vida y la mía se cruzaron, me esperas...te espero...cuando te miro todo cambia...cuando te miro me pierdo en la profundidad de tu mirada y es ahí cuando comprendo que un nuevo tiempo ha comenzado...gracias porque junto con esta experiencia me has devuelto la vida....me has dado alegría y me has dado la fuerza para volver a soñar y recorrer nuevos horizontes tomada de tu mano...gracias simplemente por acompañarme en este recorrido...simplemente gracias...y un te quiero son los que salen en este momento...

Un beso a todos....